21.5.10

café

Un día imagine una historia y fueron otros los que la contaron. La vida pasa deprisa y algunas veces no me doy cuenta realmente de que sucede. ¿Por qué corro? Tal vez huyo de esta necesidad de recordar el pasado y trato de encontrar el lugar que me pertenece, pero para sentirlo solo mío tendría que estar soñando, soñando tus jazmines, tu olor a mandarinas. Mi vida transcurrirá entre dos cigarrillos, el primero es con el que comienza y con el segundo ha de partir. Escucho el rio correr, aunque en realidad no es agua lo que lleva, es mi mente que me juega una broma. Paris es solo una metáfora y Buenos Aires también. Las vendas de mis ojos están manchadas o las manchas están vendadas, ¿Por qué no puedo recordarlo?, ¿Cuántas veces oí su voz? Sé que después de todo no importa mi intelectualidad, al final seguiré sin saber nada. Me queda el consuelo de saber que el cactus ha muerto, se seco como el miedo a despertar solo.